Pensemos en un niño que un día lleva unas canicas al colegio, se pone a jugar solo y despierta el interés de sus compañeros, este les presta unas canicas y juegan todos juntos. El niño no cobra interés y todos pasan un rato agradable. Al día siguiente cuando se acercan los niños para jugar con él, este les dice que para jugar tienen que comprar canicas y estos se las compran. La próxima vez que se reúnen el precio de las canicas ha subido, pero los niños siguen comprándolas. Esta situación se repite y el niño empieza a ganar mucho dinero. Pasado un tiempo otros niños empiezan a vender canicas y ya nadie juega con ellas. Con más niños vendiendo el precio empieza a bajar, pero al poco tiempo se ponen de acuerdo entre unos cuantos y deciden subir los precios para mantener beneficios . Las canicas suben y algunos niños empiezan a entregar unos vales que dicen tener el valor de diez y veinte canicas. Al fin y al cabo ya nadie juega con ellas. El precio de las can
Blog sobre contabilidad, fiscal, finanzas, laboral y economía.