Parafraseando a Epicuro, filósofo griego, que afirma que “Vacío es el argumento humano de aquel filósofo que no permita curar ningún sufrimiento humano. Pues de la misma manera que de nada sirve un médico que no erradique la enfermedad de los cuerpos, tampoco hay utilidad ninguna en la filosofía si no erradica el sufrimiento del alma”, podríamos afirmar que al igual que de nada sirve un médico que no erradique la enfermedad de los cuerpos, tampoco hay utilidad ninguna en un asesor que no utiliza la contabilidad para conocer la imagen fiel de la empresa, diagnostica su situación, asesora como anticiparse a los problemas que pudieran surgir y planifica y optimiza la carga impositiva de las empresas clientes. Las asesorías que solamente pasan apuntes e impuestos deberían llamarse de otra manera.
¿Estáis de acuerdo?
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